En la imagen: El archiconocido (y deseado) logotipo monogram de la casa francesa Louis Vuitton.
¿Cuántas veces hemos escuchado eso de: 'quiero ese bolso, el que tiene la marca bien visible'? El mundo de la moda sabe que esculpir sus logotipos en los productos que ofrecen, son buena parte de los ingresos que generan. Las insignias de las firmas más prestigiosas se convierten, irremediablemente, en toda una ambición por la exclusividad que transmiten. Además, últimamente, las casas los están modificando, aportando nuevos aires y atesorando altos beneficios cada temporada ¿Son los logotipos nuestra mayor obsesión?
Logotipos en todo: Los encontramos en bañadores, gafas de sol, bolsos, sudaderas e incluso en los tacones de los salones.
Leyendo una de tus revistas favoritas de moda o buscando en alguna boutique online, descubres ese mundo de fantasía y alta moda, que te trae por el camino de la amargura, soñando con poder adquirir una de esas piezas que tanto deseas. Pero ¿realmente te interesa o es la marca bordada lo que te hace ansiarla en realidad? Obviamente, no tiene por qué, pero debéis reconocerme que, en general, tenemos cierta obsesión por lucir prendas en las que se vean los logotipos de la marca. Tal es la tendencia a comprar este tipo de productos, que incluso las firmas low cost se han apuntado a ello. Pese a esto, la alta moda es la que más juegan con este tipo de estrategias.
Añadir sus insignias hasta la saciedad (hoy en día podemos verlos incluso en faldas, ropa interior, zapatos y bañadores) no es más que una maniobra de marketing, en la que ambas partes salen 'ganando'. Las marcas utilizan a un consumidor que, encantado de transmitir esa exclusividad que aportan este tipo de logos, sirve como 'cartel publicitario', exhibiendo el emblema allá por donde vaya. Y es que, todos queremos sentirnos especiales y los símbolos, emanan la esencia que queremos trasladar a los demás, sin necesidad de hablar.
Cambios y éxito: Con los cambios de dirección creativa de Gucci y Balenciaga, los logotipos no paran de modificarse.
Pero, como todo, la industria de la moda avanza y, junto a los cambios de dirección creativa, los logotipos también se transforman. Dos de los casos más llamativos han sido, sin duda, los de Gucci y Balenciaga que, pese a las críticas, su éxito es incuestionable.
Desde que Alessandro Michelle ocupara el mando de la firma italiana Gucci, la estética de las prendas ha dado un cambio de trescientos sesenta grados y el famoso emblema, no podía ser menos. El diseñador utilizó el sentido del humor contra las falsificaciones en la colección otoño-invierno 2016/17 al dibujar un 'real' sobre el emblema de un bolso shopper (incidiendo en que el complemento es original) Tal es la idea de renovación de Alessandro, que en el Crucero 2018, las palabras 'Guccify', 'Guccification' o 'Guccy' (en vez de utilizar la 'i') se llevaron todo el protagonismo.
Por otro lado, Demna Gvasalia (actual director creativo de Balenciaga) ocupó todos los titulares de los medios digitales, cuando en la temporada otoño-invierno 2017/18, se podía leer el logotipo de la firma francesa dibujado con una estética muy parecida a la que presentó el senador Bernie Sanders para su campaña electoral (acusándole de copia) Pero este no es el único caso que las modificaciones en el logotipo de Balenciaga hayan causado polémica. El pasado 29 de septiembre, la cuenta oficial de Instagram de la maison, mostró en exclusiva la nueva tipografía del emblema, recibiendo centenares de críticas en contra del mismo.
En la imagen: Una pared dibujada con el logotipo de la doble 'F' de la firma italiana Fendi.
Cada marca transmite su esencia mediante este tipo de señas de identidad que, pese a su pequeño tamaño, tienen mas importancia de lo que creemos. Diseñadores como Karl Lagerfeld, saben la trascendencia que tienen sus símbolos, y no duda en colocarlos en todos sus desfiles. Ya sea en una reproducción de su boutique francesa a tamaño real, en una nave espacial o como elemento decorativo en una granja, la famosa doble 'C' de Chanel (al igual que cualquier logotipo) nunca pasa de moda y refuerza la posición de la casa en la industria.
En definitiva, los logotipos son como las rúbricas para cualquier persona. Una característica que debe detallar el carácter y la idea de la casa mediante la forma y tipografía del mismo. Quizá, esa necesidad de sentirnos reconocidos y aceptados en un grupo concreto, sea la motivación que nos lleva a consumir este tipo de productos.
En definitiva, los logotipos son como las rúbricas para cualquier persona. Una característica que debe detallar el carácter y la idea de la casa mediante la forma y tipografía del mismo. Quizá, esa necesidad de sentirnos reconocidos y aceptados en un grupo concreto, sea la motivación que nos lleva a consumir este tipo de productos.
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